Reseña – Forza Horizon 5

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Forza Horizon 5 llegó pregonando sobre las dimensiones de su mundo abierto y la diversidad de biósferas que ofrece, pero ¿es en verdad suficiente para que Playground Games mantenga la corona de los juegos de carrera arcade?

Todos aquellos que por primera vez se estén aventurando a la serie gracias a Xbox Game Pass, definitivamente quedarán deslumbrados por toda la inmensidad de cosas que el mundo abierto de Forza Horizon 5 pone sobre la mesa. Carreras callejeras, a campo traviesa en desierto, bosques, selva y montaña, así como sus exagerados y en general entretenidos eventos que ponen a uno a correr contra aviones, trenes, monster trucks y demás ocurrencias. Pero si al menos han recorrido las pasadas dos entregas de mundo abierto, es un hecho de que tanto sentirán que el estudio está dando un paso atrás, como que difícilmente encontraran algo que realmente los sorprenda más allá de la fidelidad y realismo de los gráficos.

Cuando reseñé a Forza Horizon 4 mencioné que esa entrega ofrecía una arma secreta en la forma de la introducción de las estaciones del año y sus respectivas afectaciones al terreno. En contraste, realmente no hay un arma secreta del estudio para Forza Horizon 5, están tomando tal cual todo lo introducido en la pasada entrega y simplemente lo mueven a una ubicación más grande.

La progresión es más cercana a Horizon 3, tendiendo que desbloquear nuevas sucursales de la sede principal del festival al acumular los suficientes puntos a lo largo de la vasta variedad de competiciones. Y en contraste a Horizon 4 uno no tiene que completar el apartado de pseudo historia para tener acceso a todas la actividades que ofrece el juego, los eventos en vivo renombrados Horizon Arcade ahora están disponibles desde el principio, y en lugar de ser aleatorias la actividades, aquí cada una tiene su evento dedicado en el mapa – lo que en turno provoca que los eventos estén vacíos. La modalidad battle royale Eliminator también está disponible desde el mero inicio – así que en ese sentido uno tiene aún más variedad de cosas que hacer sin tener que aventarse la progresión de pseudo historia.

Obviamente los exagerados eventos especiales y las carreras ligadas a las nuevas ubicaciones de las sedes del festival, se desbloquean conforme uno avanza por la progresión de historia. Ya que narrativamente Forza Horizon 5 es continuación directa de la cuarta entrega, nuestro personaje en teoría es la misma persona y dado que ahora ya es toda una súper estrella y no tiene necesidad de acumular puntos de influencia, ahora la progresión es con puntos de elogios – que funcionan exactamente igual. El sistema EventLab es simplemente la manita de gato al sistema de personalización de actividades de Horizon 4. Lo único realmente nuevo, el Forza Link, es solo una herramienta que según ayuda a emparejar a uno con otros jugadores con la misma preferencia de actividades.

Los menús y ruedas de la fortuna regresaron a la austeridad de Forza Horizon 3, aunque definitivamente esta entrega tiene más opciones de configuración en cuestiones de accesibilidad – pero por alguna extraña razón esa accesibilidad no incluye el poder cambiar del sistema británico al métrico de manera independiente al idioma como en pasadas entregas. Al menos no en la versión Xbox Game Cloud en donde a pesar de seleccionar como sistema al métrico, si el idioma seleccionado es inglés seguirá mostrando distancias y velocidad en millas.

No hay duda de que Forza Horizon 5 es la entrega en la subserie Horizon que mejor luce, de que en realidad uno siente que está manejando por las carreteras y calles de México, de que replicaron casi a la perfección los detalles arquitectónicos característicos de las regiones mexicanas representadas en el mapa, y de que como siempre es extremadamente satisfactorio surcar por cada rincón del mapa.

Pero también es cierto que el mapa se siente amontonado por el afán de querer meterle casi todo un país de las dimensiones de la República Mexicana, en un mapa que es solo dos cuartas partes o 50% más grande que el de Horizon 4 que está situado en la parte central de Escocia. Lo que resulta en que sí, ahora el mapa es más grande pero las dimensiones o escala de cada ubicación es menor que en las pasadas dos entregas para poder acomodar todo, lo que efectivamente hace que el mapa de Forza Horizon 5 en realidad no se sienta tan grande, gracias a que en un abrir y cerrar de ojos pasamos de una locación a otra por lo amontonado.  El por demás alardeado volcán La Gran Caldera – que más o menos parece estar inspirado en la forma de Iztaccíhuatl, es toda una decepción y no pasa de ser un glorificado pedazo de utilería para la secuencia de entrada del juego.

Forza Horizon 5

Y algo que definitivamente el estudio Playground Games debería dejar de intentar hacer es crear narrativa y diálogos en la serie, son horribles los diálogos aún peores que en Horizon 4. Sin mencionar que recurren a la estereotipada y hollywoodense versión del espanglish en la que los personajes mexicanos solo saben decir “bueno, vámonos, amigo, México y fiesta” para recordarnos que hablan español – y ni siquiera pueden pronunciar debidamente sus nombres hispanos.

Forza Horizon 3 fue un enorme cambio de las primeras dos entregas en la subserie, y Forza Horizon 4 logró expandir el mundo abierto con mecánicas de estaciones del año y nuevas mecánicas de juego – pero Forza Horizon 5 se está durmiendo de más en sus laureles al no incorporar nada nuevo, apostándole a que el amalgamiento de destinos mexicanos predilectos de un spring breaker atraerán nuevos jugadores a granel que gastarán en las disfrazadas microtransacciones.

Lo digo otra vez, más allá de los mejorados gráficos, Forza Horizon 5 no ofrece nada que actualmente no esté disponible en Horizon 4, nada que en realidad haga a los jugadores abandonar a estas alturas su por demás extensa y afinada colección de vehículos. Aun con el libre acceso al juego vía Game Pass, veteranos de la franquicia definitivamente sentirán la “fatiga” que esta entrega empieza a mostrar.