Somos arrojados de un último piso, y segundos después, rematados con nuestra propia arma. Una vez que dejamos el reino terrenal, debemos analizar las pistas que rodean a nuestro inerte cuerpo. ¿La conclusión de analizar dichas pistas? ¡Que fuimos arrojados de un cuarto piso!
Este es el tipo de obviedades que plagan a Murdered: Soul Suspect a lo largo de su corta trama. Y de hecho, dado que los sucesos de la historia abarcan solo una noche, la duración del juego es el menor de sus problemas.
El detective Ronan O’Connor es el personaje que controlamos, y quien necesita resolver su asesinato a manos del “Bell Killer” para poder pasar propiamente a la “otra vida”, de lo contrario quedará atrapado entre ambos mundos. Murdered: Soul Suspect se desenvuelve esencialmente en cinco ubicaciones dentro del pueblo de Salem Massachussetts, con una versión prácticamente desierta del centro histórico del pueblo conectando cada locación.
En papel sin duda la premisa de Murdered: Soul Suspect resulta atractiva, una historia de detectives al estilo Noir, con elementos sobrenaturales, en un pueblo intrínsecamente ligado al ocultismo desde hace más de 400 años. Lamentablemente el título dista de realizar propiamente investigaciones, como Watch Dogs dista de hackeos.
Para ayudarnos a interactuar con el mundo material tenemos a Joy, una joven médium que está en busca de su madre, quien desapareciera días antes del asesinato de Ronan. Por lo general nuestra dinámica con Joy será ayudarla a moverse de un punto a otro sin ser descubierta, lo que lograremos distrayendo gente activando aparatos eléctricos, desactivando cámaras y abriendo puertas eléctricas. En otras, será nuestras manos para poder inspeccionar objetos que se encuentran ocultos.
Pero aún con sus habilidades del otro mundo, Airtigh encontró la forma de limitar a Ronan, ya que no podemos entrar o salir de un edificio que tenga puertas y ventanas cerradas. Esto solo aplica a lugares bendecidos, pero como podrán imaginar, para efectos del juego, todos los lugares a los que debemos entrar o salir están bendecidos. Lo que junto con versiones fantasmagóricas de objetos y construcciones del pasado – que nos impiden el paso – sirven de excusa para hacernos ir por un camino predeterminado, y forzarnos a seguir la secuencia del juego para culminar la investigación de un área que dedujimos con la primera pista.
La historia como su protagonista, es asesinada violentamente, en este caso a la mitad del juego. Y sin suspenso o terror real alguno que compensen el declive de la historia, Murdered: Soul Suspect rápidamente se vuelve aburrido, y más cuando nos percatamos de los huecos de la trama y sus contradicciones. Los únicos enemigos que propiamente enfrenta Ronan son demonios, quienes consumen las almas de los que aún siguen en este puente entre ambos mundos, pero son extremadamente mecanizados, apareciendo usualmente cuando descubrimos un elemento clave de la investigación, y dado que podemos evitarlos con relativa facilidad, salen sobrando.
En un intento por brindar variedad, podemos realizar suertes de misiones secundarias ayudando a distintos fantasmas a resolver lo que los tiene anclados al mundo terrenal, pero a diferencia de cómo sucede en títulos RPG y de mundo abierto, no obtendremos un beneficio real dentro del juego de esto. Y los objetos coleccionables que podemos recolectar, con el objetivo de indagar más sobre el Bell Killer, tampoco tienen una función práctica ya que no tendrán efecto alguno en la historia. Y en caso de que les interese coleccionarlos para completar logros, tendrán que hacerlo antes de llegar a la etapa final, ya que una vez terminado el título, la única forma de continuar jugando es iniciar una partida completamente nueva.
Murdered: Soul Suspect sufre de la carencia de una visión clara de que deseaban lograr en Airtight con el título. Dando la sensación de que simplemente fueron añadiendo elementos para intentar llenar un vacío, sin tener realmente un propósito, y que a medio camino decidieron recortarlo de las dimensiones en que originalmente estaba contemplado.
Por un lado buscan explotar las ventajas de que Ronan sea un fantasma, pero en otras, hacen lo posible por eliminar cada una de estas, al punto de que pierde todo sentido la condición fantasmal del personaje. Como la posesión; fuera de leer el pensamiento, es absurdo que tengamos que poseer a una persona para poder ver lo que están leyendo, o lo que le están diciendo a otra.
¿Ya mencioné los problemas técnicos? ¿no? Bueno, uno de ellos — en la versión para Xbox 360 — es un “tartamudeo” recurrente al desplazarnos por distintas partes de los escenarios, que si este fuera un título de acción, sería un rotundo fracaso. Otra situación frustrante es la interacción con los objetos, ya que la superficie o ángulo que permite la interacción es limitada, ya sea el poseer a una persona, encender o desactivar un aparato, o el atacar a un demonio no siempre es tan directo como uno quisiera.
Murdered: Soul Suspect es una franca decepción, sobretodo por las múltiples promesas de ofrecer una nueva experiencia con una historia robusta. Una lastima porque la ubicación y la base de la historia pudieron haber ofrecido mucho más, pero se quedaron a medio camino.
Por: Roberto Vizzuett
6.4
