Reseña – The Surge

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Después de tentar las aguas de las mecánicas al estilo souls con Lords of the Fallen, Deck 13 regresa con The Surge una entrega mucho más solida y con identidad propia.

The Surge está situado a finales de este siglo en una Tierra y humanidad agonizantes debido al cambio climático, donde una corporación llamada Creo y su iniciativa Resolve parecen ser la única salvación.

Comenzamos a bordo de un vagón de tren, contemplando la tranquilidad de nuestro personaje Warren, quien es llevado a las instalaciones de Creo para iniciar sus labores y finalmente poder dejar la silla de ruedas a la que está confinado.

Todas las mecánicas de The Surge giran entorno a la integración quirúrgica de un exoesqueleto o “rig”, y un enlace neural con los servidores de la compañía. Al inicio se nos da a escoger entre dos tipos de exoesqueleto; uno liviano pero que permite agilidad, o uno robusto que sacrifica movimiento por poder bruto.

Pero el juego está lejos de encasillarnos en una sola clase y equipo, y si bien existen gratificaciones por usar todas las piezas de una “armadura”, la debida combinación de distintas partes resulta — la mayoría de las ocasiones – en una opción más viable que buscar la gratificación de un set completo.

La nivelación de personaje se da por medio de incrementar la capacidad del núcleo del exoesqueleto, la cual dicta la cantidad de implantes neurales que uno puede usar, y las partes de armadura que puede uno montar, ya que cada una utiliza determinada cantidad de energía del núcleo.

A más riesgo, The Surge brinda más recompensas. Y de eso se trata el sistema de combate, atacar la parte desprotegida de un enemigo dará una modesta cantidad de chatarra pero lo eliminaremos fácilmente. En cambio si queremos alguna pieza de su armadura o el arma, el combate será más largo pero la recompensa es definitivamente mayor, y si queremos subir el nivel de nuestro equipo, definitivamente queremos atacar las partes protegidas del enemigo.

La chatarra que cada enemigo deja detrás al ser derrotado es la economía base del juego, y al igual que en Lords of the Fallen podemos optar por guardar en nuestra base lo que hemos acumulado, o cargarlo con nosotros bajo riesgo de perderlo al morir si es que no logramos regresar al punto donde caímos para recobrar el botín. Aunque cargar grandes cantidades de chatarra aumenta la cantidad que los enemigos soltarán.

The Surge fomenta la exploración de una manera natural al no marcarnos en pantalla hacia donde ir, ni los objetivos. Junto a Warren vamos descubriendo que es lo que está ocurriendo en Creo, abriéndonos paso por los laberintos que conforman las distintas secciones de las instalaciones de la compañía, y descubriendo nuevos atajos hacía nuestra base en turno.

La interacción esporádica con sobrevivientes es la única forma de conocer cual es nuestro objetivo, y algunos ofrecerán misiones secundarías que de completarlas hace a uno acreedores a algunos ítems especiales, y a ligeros cambios en la interacción con otros personajes sin que tenga un impacto real en la historia, por lo que bien uno puede ignorarlas por completo.

Sin duda lo refrescante de The Surge es la temática de ciencia ficción que aterriza de una buena manera las habilidades, y lo que lo distingue es el ataque selectivo de las partes del cuerpo del enemigo. Esto último es tan frustrante como gratificante, ya que moriremos no una ni dos, ni tres veces intentando obtener determinada pieza de un enemigo.

El combate con los jefes de nivel es tan difícil o “fácil” dependiendo de la atención que uno ponga a como se comportan, y la estrategia que optemos por implementar. Usualmente el ir al puro estilo hack and slash resultará en muertes continuas, mientras que el ser mesurado y táctico no siempre será la opción. The Surge siempre estará impulsándonos a realizar cambios en nuestro equipo e implantes, y el hecho de poder cambiar de armas con solo oprimir un botón, nos da versatilidad para cambiar de ataques rápidos a lentos pero poderosos en pleno combate, ajustándonos a la situación sin tener que estar yendo al inventario cada vez.

Deck 13 mezcla las mecánicas “souls” con elementos de suspenso, lo que le da un ligero toque de survival-horror. Y a pesar de que el dialogo es escaso, la desarrolladora logra crear cierta atmósfera de intriga durante las primeras horas del juego, antes de caer en un espiral de acontecimientos predecibles.

Disfruté el hecho de ir descubriendo poco a poco los acontecimientos que desembocaron en el caos de Creo, siento que tiene su cierta inmersión el ir indagando las cosas, el tener que recordar cada atajo y ruta que conforman el complejo de Creo sin que un mapa nos lleve de la mano, pero Deck 13 no logra retener la cohesión de la historia, y al final solo nos quedamos con un insípido desenlace, con la única intención de dejar abierta la posibilidad de una segunda entrega.

En general The Surge es una grata sorpresa recomendable para aquellos que disfrutan de títulos con mecánicas similares y buscan salirse de la temática medieval de fantasía, eso sí estén preparados para morir una y otra vez.

8/10

The Surge (Xbox One)

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Lo bueno

  • La ambientación futurista, el sistema de combate, y progresión de personaje.

Lo malo

  • La historia decae a la mitad del juego, y sufre de bugs de colisión con enemigos eliminados y objetos destruidos.