Sorpresivamente Aztech: Forgotten Gods es un gran salto hacia atrás en todos los aspectos de lo que el estudio mexicano Lienzo logró con Mulaka.
La impresión inmediata que Aztech me dio, es que absolutamente nadie de los que trabajaron en Mulaka estuvieron presentes durante el desarrollo de este nuevo título del estudio. Pareciera que su meta fue tomar los errores cometidos en Mulaka y amplificarlos – ignorando todas las decisiones acertadas de diseño y combate logradas en esa entrega del 20218.
Lienzo prometía para Aztech una narrativa profunda, nueva perspectiva a la mitología mexica así como verticalidad y movilidad, pero en realidad en lo único que están cumpliendo es en ofrecer jefes de nivel masivos los cuales pierden todo atractivo una vez que comienza el combate – gracias a un nada refinado sistema de pelea y una horrenda cámara.
Dicho sistema de combate se limita a un botón de ataque con autocombos y una mira que se fija automáticamente al enemigo – implementada pobremente al punto que si no aparece en pantalla no podemos atacar. Tratan de robustecer al sistema ofreciendo una suerte de árbol de habilidades, de las cuales solo unas cuantas realmente ofrecen una verdadera diferencia al enfrentar a los enemigos gigantes, siendo las demás habilidades de simple relleno para impedir que uno nivele rápido al personaje. Para variar en un afán de alargar artificialmente la duración del juego.
Visualmente Aztech no podía ser más genérico. A pesar de estar situado en una versión futurista de Tenochtitlán, más allá de una simplista reinterpretación del templo mayor que alude más al actual color grisáceo de las ruinas que al original blanco con franjas de colores, difícilmente uno podría decir que se está en el Valle de México – de la dupla volcánica del Iztaccihuatl y Popocatepetl, solo este último está presente – pero solo de nombre ya que en lo absoluto el diseño se acerca al original. El resto de la ciudad se limita a estructuras cúbicas rodeadas por rieles con luces a la Tron y vehículos flotantes para cumplir con la representación estereotípica de una civilización futurista.
Aztech, no es una entrega solida, no es un juego divertido en ningún sentido, el diseño de los escenarios es malo, el intento de mundo abierto no tiene nada que ofrecer, a pesar del material fuente la narrativa vuelve a caer en el estereotipo de que las culturas antiguas no hubieran logrado lo que lograron si no fuera por la ayuda extraterrestre.
En contraste con Mulaka en donde realmente se nota un respeto y cariño hacía la cultura Tarahumara así como un entendimiento de las limitantes del estudio, Aztech se siente como un proyecto amateur sin más respeto a la cultura mexica que soltar aquí y allá nombres en náhuatl, y en el que el estudio quiso abarcar muchísimo más de lo que podía y ni siquiera fue capaz de, al menos, replicar la calidad de su trabajo anterior.
Realmente es triste y decepcionante que después de lo que logró el estudio hace cuatro años, ahora estén saliendo con un título que se siente apresurado e incompleto. Honestamente mejor jueguen Mulaka en lugar de Aztech: Forgotten Gods, y confiemos en que el estudio pueda enderezar el camino.