Tras década y media Double Fine finalmente lanzó a Psychonauts 2 arrastrando para bien o para mal remanentes de antaño.
Nunca jugué la primera entrega, así que llegué totalmente en blanco a Psychonauts 2 sin realmente saber que esperar. El juego es esencialmente de mecánicas de plataforma con solución de acertijos o rompecabezas, espolvoreado con un poco de acción en tercera persona.
La carta más grande del juego es el diseño de sus escenarios, ya que son estos los que definitivamente le dan su distintivo a Psychonauts 2, esta representación gráfica de la psique de un individuo que Double Fine utiliza para crear cual variedad y excentricidad de escenarios para insertarles mecánicas de plataforma — que en otro lugar podrían llegar a resultar algo genéricas.
El inicio del juego puede llegar a ser algo lento ya que arrancamos con algo de acción a modo de tutorial, pero una vez que estamos ante propiamente la trama el ritmo se detiene de tajo para ponernos en breves misiones de “ve aquí a recoger esto y luego llévalo allá”.
Pero una vez que nuestro personaje Razputin logra nuevamente merodear en el cerebro de individuos, Psychonauts 2 retoma el ritmo. Eso sí, al no recaer en la acción como su elemento principal, es probable que varios lleguen a sentir la flaqueza de combate como un elemento de aburrición — sobre todo si no son adeptos a juegos de plataforma que recaen más en habilidad, solución de acertijos y peligros ambientales, que a confrontación directa con enemigos.
La única verdadera mala consecuencia de esto, es que las peleas contra jefes de nivel no ofrecen a uno un verdadero reto. Más allá de lo visual, en realidad no se siente cómo que uno esté ante un enemigo principal. Ya sea porque así fueron diseñadas o porque previo a que Microsoft adquiriera a Double Fine habían eliminado estás peleas con jefes de nivel por falta de presupuesto – la realidad es que estas secciones se sienten muy por debajo del resto de lo que Psychonauts 2 ofrece.
En cuestión de habilidades Raz va adquiriendo nuevos poderes psíquicos para usar tanto en los escenarios “mentales” de plataforma, como en los de exploración como es el caso con la base de operaciones. El inconveniente es la limitada selección de habilidades que podemos tener activas, y el que no es tan práctico el sistema para cambiarlas a pesar de que el juego requiere que uno esté constantemente usando todo el espectro de habilidades.
Definitivamente el juego no está desarrollado con la mentalidad de ser una sala de exhibición de lo que la nueva generación de consolas puede lograr — de entrada porque su estilo, al igual que el del original, es más caricaturesco y segundo porque es algo que arrancó su desarrollo alrededor del 2015 con miras a llegar originalmente en el 2018. Quienes lloran de que luce como un título del PlayStation 2 o que no luce como algo de nueva generación, ni siquiera recuerdan como lucen los títulos de hace 16 años y seguramente igualmente estarían berreando si esta entrega no estuviera luciendo con un estilo cercano a la original del 2005.
En general Psychonauts 2 luce bastante bien, con gráficos en 3D que lucen como dioramas e incluso animación estilizada en plastilina a la Wallace and Gromit, que tanto emula la estereotípica ambientación sesentera de espías como crea escenarios creativos y excéntricos que explotados a la perfección para las mecánicas de plataforma.
Si andan detrás de un buen juego de plataforma, con buenos diálogos, humor y con algo de nostalgia por los títulos con mecánicas de mediados de los 2000, Psychonauts 2 es una muy buena opción con el plus de su decente manejo de la caracterización de la salud mental. El juego está disponible en Xbox, PC y PlayStation. Aquellos en Xbox pueden descargarlo como parte de Xbox Game Pass.